Sensores basados en fotones y drones al servicio del manejo de frutales |
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El grupo de investigación en Agrótica y Agricultura de Precisión (GRAP) y el centro Agrotecnio de la Universidad de Lleida (UdL) están llevando a cabo un proyecto para mejorar el manejo de frutales a través de las últimas tecnologías como sensores basados en fotones para hacer modelos en tres dimensiones (3D) de las fincas desde tierra, además de las imágenes aéreas de drones o satélites. De momento, las pruebas se hacen en campos de manzanos, almendros y viñedos, aunque los resultados podrían aplicarse en otros tipos de cultivos. El proyecto PAgFRUIT, con una financiación de 217.000 euros del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades español, tiene una duración de tres años y dos objetivos principales. Por un lado, la fenotipificació de las copas (copas de los árboles) y la evaluación de la variabilidad espacial de los campos. Por otro, la aplicación práctica de esta información para la estimación del rendimiento de las fincas, la gestión de la poda mecánica o la aplicación precisa de productos fitosanitarios a partir de la detección precoz de plagas. "Supondrá un gran avance para hacer más precisas la caracterización del crecimiento vegetativo, la detección de los frutos y la modelización de las condiciones de iluminación, que influyen en la respuesta fisiológica de los árboles", destaca el profesor de la Escuela Técnica de Ingeniería Agraria (ETSEA) de la UdL, Àlex Escolà, coordinador del GRAP e investigador del proyecto PAgFRUIT, cuyos investigadores principales son José Antonio Martínez Casasnovas y Jaume Arnó, también miembros del GRAP y de la ETSIA. Aparte de los drones y las imágenes por satélite, el equipo utiliza el sistema de láser Lidar (siglas en inglés de detección de luz y rango), que permite mapear los campos a nivel del suelo. "Conociendo las diferencias que presenta una finca, por ejemplo en tamaño o vigor de los árboles, el agricultor puede tomar decisiones más precisas y zonificar mejor, por ejemplo, la aplicación del riego, abonos o pesticidas", explica Escolà. La tecnología aplicada al ámbito de la fruticultura permite optimizar recursos, ser más eficiente minimizando costes y adecuar la producción a las exigencias del mercado, al tiempo que se vela por que la actividad sea lo más sostenible posible. Así, la agricultura de precisión puede ofrecer al agricultor información clave para poder estandarizar la producción, ya que el comprador busca en general una fruta uniforme en sus características. Fuente: Universidad de Lleida
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